domingo, 4 de septiembre de 2011

Camino de Santiago: de Somport a Sangüesa.





Zaragoza-Somport.



























Decidimos hacer el viaje de ida en el famoso "canfranero", son casi cuatro horas pero lo consideramos parte del atractivo del "camino" y además otra experiencia para los críos.


Una vez en Canfranc, con una tarde bastante fría, entramos a tomar unos cafés a un bar para hacer tiempo y coger el autobus regular que viene de Jaca y va parando en los pueblos y que nos llevará al final su final de ruta: Somport, donde tenemos reservada plaza.


Llegamos al albergue Aysa. Nos cobran un euro por cada credencial (y eso que se lo envían gratis los amigos del camino desde Zaragoza), las mini raciones de pan también te las cobran y por entrar a los lavabos si no eres cliente, también. No sabemos si casualidad o no pero en la habitación el enchufe está cegado, así que no podemos cargar el movil.
En fin, ya habíamos leído algo similar en internet y lo corroboramos. Para el cliente es lo malo de llegar a un sitio a hospedarse en el que no hay competencia.


Somport-Villanua.


16 km.


Después de una noche fresquita y tras desayunar comenzamos la bajada con toda nuestra ropa de abrigo y el chuvasquero, pues aunque leve, la lluvia nos acompaña buena parte del camino.


Partimos de 1640 m hasta Villanua que está a 953.


Una vez que llegamos a Candanchú, cogemos por confusión la variante GR 65 que va subiendo suavemente por la margen izquierda del río, en vez de bajar por la derecha de este.
En Canfranc estación hacemos una paradilla en el parque y continuamos hacia Canfranc pueblo, cruzando el río e internándonos por una senda. Otra parada y esta con café.


Continuamos por agradable senda entre vegetación gran parte de ella, hasta Villanúa. Aquí hay dos albergues: el del gobierno de aragón y el que está en la Plaza de los cuatro caños, llamado Tritón, donde nos alojamos y recibimos un trato excepcional, sobre todo teniendo como referencia el día anterior.


Villanua-Jaca.


15 km.


Despues de un copioso desayuno salimos poco a poco del pueblo dirección sur, bien pasado el pueblo cruzamos la carretera y bordeamos un campamento.


Por una pista bastante pedregosa llegamos de nuevo a la carretera, pero esta vez no la cruzamos y continuamos por la pista alejándonos de nuevo de esta.


A los 7 km. estamos en Castiello de Jaca, un pueblo bonito donde decidimos parar y almorzar.


Cruzamos la carretera y continuamos por la pista hasta que volvemos a pasarla de nuevo, pero esta vez por un tunel por debajo de esta.


Una vez en Jaca, lo primero que hacemos es ir comer un menú peregrino, muy cerca del albergue, antiguo hospital de Jaca.


Nos instalamos, hacemos algunas compras y quedamos con Ramón, Belén, Yago y Ana, unos amigos de La Puebla que están en Ara. Han vivído aquí durante muchos años (Ramón y Belén) y hacemos una ruta turística con ellos.

Como es "San Santiago", los amigos del camino de Jaca hacen una merienda-cena para los peregrinos, así que nos sale muy bien la cena y además conocemos gente maja.


Jaca-Arrés.


25.2 km.
Se abandona la dirección sur que hemos llevado hasta ahora, para sustituirla dirección sur-oeste y más tarde oeste, que será ya el rumbo fijo hasta Santiago (si llegamos algún día).A la salída de Jaca, en un jardincillo almorzamos. Al poco cruzamos la carretera.
Por el camino vamos avanzando, es la ruta más larga que vamos a hacer desde que comenzamos hace dos días.


Otra parada media hora antes de llegar a Santa Cilia de Jaca para comer unas piezas de fruta, cuando llegamos a esta localidad, descansamos en un bar, donde compramos bocadillos y nuevamente al tajo.



Nueva parada para comer, (los bocatas que hemos comprado hace un rato). Al poco de cruzar de nuevo la nacional decído adelantarme de la familia para reservar plazas en el albergue de Arrés.


Se pasa por Puente La Reina (sin cruzar el puente). Cinco minutos más tarde, al lado de un merenero un cartel indicativo nos muestra el camino a seguir hacia el albergue, es además una PR que sube por la ladera de una montaña, para descender al final al bonito pueblo de Arrés.


También se puede ir por la carretera que se ve en todo momento, abajo a la derecha (la que habíamos abandonado), hasta que llegas a unas naves agrícolas en las que se ve el pueblo a la izquierda.


El albergue es simplemente auténtico, "regentada" en ese momento por dos "hospitaleras", voluntarias y que hacen turnos con otras cada 15 días.


Gente majísima que dan todo sin ánimo de lucro. Me comentan que no se hacen reservas, pero que no se queda nadie fuera jamás, aquí todo se comparte, ayudamos algo a preparar la cena, a servirla, a recoger, a fregar cubiertos, pero muy bien, se crea un ambiente muy sano entre los peregrinos y las hospitaleras. Me quito el sombrero ante quien hace este tipo de labores de una forma desinteresada. Y en estos tiempos que corren... que nadie da nada por nada.


También teneis la posibilidad de dormir en alguna de las habitaciones que tienen en el bar del pueblo.


Muy contentos y muy buena experiencia. Aquí empezamos a entablar lazos con peregrinos de diversas nacionalidades, con quienes nos iremos tropezando por el camino y albergues a partir de ahora.


Arrés-Artieda
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17.300 m.
Salimos los primeros del albergue para coger lo más posible "la fresca".
Nos espera un gran llano sin sombra.


Una parada a la hora aproximadamente de salir, en una nave agrícola, a la sombra y encima de un remolque. Al poco dejamos "Martes" a nuestra izquierda y seguimos hacia el oeste para llegar al siguiente pueblo, Mianos, al cual no entramos pues nos pilla también a desmano y Marian no está para muchos trotes este día, se ha buscado una migraña como inseparable compañía.


Al llegar a Artieda, se suman a la propuesta de terminar la jornada los dos peques, así que no me queda otra que claudicar. Lo cual no resulta una mala idea, pues el resto de los peregrinos que conocimos el día anterior deciden también no terminar en Ruesta.



El albergue buena nota también. En la cena chapurreando francés e inglés pues estamos franceses, italianos y nosotros. bien para practicar idiomas. Ante el comentario de "esto parece la torre de Babel", todos lo comprenden y surgen unas risas confirmatorias. También nos enteramos que en francia en este tipo de situaciones hay un dicho que reza: "parece un albergue español", no lo habíamos oído núnca.
Como todos los días a dormir pronto que hay que madrugar.


Artieda-Undués de Lerda
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21.200 km.


Camino de Ruesta vamos acercándonos al Embalse de Yesa, el cual lo tendrémos a nuestra derecha.


Ruesta es un pueblo deshabitado, la causa es el mismo pantano. En los años 60 se exprió parte de su término - tierras y casas-. Actualmente está cedído a la C.G.T. para su recuperación, por la Confederación Hidrográfica del Ebro.


Tomamos un almuerzo allí (a 9.7 km). y comenzamos el tramo de 11.7 km que nos llevará al final.
Comenzamos con una bajada hacia la zona de acampada, entretenída pues la las distintas especies vegetales de la zona las han identificado con tablillas.


Y terminada la bajada comienza una lenta y larga subída con un sol implacable a nuestras espaldas.


Otra parada para reponer energías en el ansiado púnto más alto.




Continuamos y al poco de llanear comienza una bajada, que con un pequeño repecho final nos llevará a Undués.

En el bar de este bonito pueblo, sellamos las credenciales de peregrinos y dejamos las mochilas en el albergue, que es una gran buhardilla diáfana, en un edificio que cumple distintas funciones para el municipio en cada una de sus plantas.

Nos volvemos a juntar todo el grupo de los días anteriores, con gran alegría al ver que al final de la tarde aparecen "las francesas" (una de ellas literálmente deshecha).

En la cena hacemos una cena despedída, con las correspondientes fotos, e intercambios de e-mails. Buenos momentos para recordar.

Undués de Lerda-Sangüesa.


10.700 km.





Nuestra etapa final. Llaneando sin vegetación en ningún momento descansamos un poco antes de llegar a Sangüesa en un viejo olivo y poco a poco nos acercamos a esta, internándonos en esta para comer, coger un autobus que nos llevará a Pamplona (parte del viaje lo hacemos con las francesas) y de Pamplona otro autobus a Zaragoza.



Contando el día de viaje del sábado 23 al viernes 28-07-11.


105.600 km acumulados y una experiencia inolvidable en compañía de la familia. Como es lógico esperamos continuarla el verano que viene y todos los años que los "peques" estén dispuestos a compartir con nosotros.


viernes, 2 de septiembre de 2011

Collarada desde Villanua.

14-08-2011.


Salgo solo desde Zaragoza, una vez en Villanua, al final del pueblo, a la derecha, se cruza el río; tuerzo a la izquierda y dejo el albergue a la derecha. Tras un rato de pista que va subiendo, en una bifurcación se va hacia a la izquierda (la derecha nos indica "Fuente de Paco").
A los pocos metros dejo el coche en la famosa barrera. Me calzo las botas y continuo subiendo por la pista, pero a partir de ahora claro está, a pié.



Tomo el primer desvío de la vieja senda (más bonito andar por ahí), vuelvo a cruzar al poco la pista, para retomar la empinada senda hasta que a 1.750 se llega a los campos d´o Tropal, donde está el refugio con el mismo nombre.


En vez de subir por la canal (involuntariamente), me desvío hacia la derecha siguiendo un irregular marcage de mojones y accedo por un canchal a la pradera por el final del macizo rocoso.



Se ve la cima en todo momento, por la pradera herbosa se llega a un tramo de pedriza, a otra zona herbosa después, y por un largo canchal se accede al final, donde se opta por subir a la cima por cualquiera de las dos canales, yo lo hago por la de la derecha.



La verdad es que hay un largo tramo en la que pierdo la referencia visual pues se forma una fuerte niebla, en la cumbre (2.886 m) no se puede vislumbrar nada, yo esperaba ver al menos el ibón de Ip, al que subí ya hace unos años.


La bajada la hago casi toda corriendo, andando por la canal (realmente evidente desde abajo) que antes no encontré y que lleva a la Trapa. Oí que las cadenas quita miedos que hay en algún tramo las han puesto hace poco.



Como en el refugio de La Trapa y a trote llego al coche. 5h30 total con un par de buenas paradas y un pico bonito a pesar de la niebla.