Comienza la excursión con el pié izquierdo, y nunca mejor dicho pues al ir a ponerme las botas de montaña descubro que me he olvidado el calcetín (el izdo).
Tras pasar 8 veces el río, llaneando durante media hora aproximadamente comienza la ascensión. Un día muy caluroso de agosto, comenzando entre abundante vegetación que me refugia del sol, se deja el último punto de agua de la ascensión, el cual utilizaré con ansiedad a la bajada para beber y recargar la bolsa de agua.
La ruta está bien indicada en todo momento y se van pasando por varios collados, uno de ellos el de Petreñales.
En el último tramo y con señal indicativa de tablillas podemos optar entre subir a la cima por La Pedriza o por Abadejo, yo lo hice por este último, entre abundante erizón y creo que es un acierto.
A la cumbre llego en 2h45. Esta nos da una magnífica vista pues aunque no es un pico muy alto en realidad (2077 m), es el "techo" de la Sierra de Guara.
15 min arriba y comienzo a bajar. La intención era hacerlo corriendo pero debído a las rozaduras en los piés producidas por unas botas ya jubiladas en este momento y a mi "pequeño olvido" voy alternandola andando.
Cuidado con perder los mojones de vista a la bajada (que yo hice por La Pedriza, más o menos..). Me tropecé literalmente una señal y retomé el camino de regreso tras un ratito de nervios. En invierno y con nieve estos despistes pueden ser peor.
Una parada para remojarme los piés con ampollas y para hidratarme en el barranco de La Pillera, ya mencionado antes y tras 1h45 sin contar los 15 min de parada estoy otra vez en el coche.
1.200 metros de desnivel. Inicio: 10h30, llegada: 15h30. Tiempo accesible para andarines y lento para corredores. Con tiempo menos caluroso y bien calzado bajaremos crono en otra ocasión, que seguro habrá.
Una preciosa y solitaria excursión (no me tropecé a nadie ni a la subída ni a la bajada, ni vi a nadie a lo lejos en la cima desde Santa Cilia).
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