Retomamos la Gr-11, cuarto año y mismos componentes desde el ppio, Ramón y yo.
Cinco enlaces de transporte desde la cercana Zaragoza para llegar al refugio de La Ronaliza, en el valle de Pineta. El primero hasta Huesca, de ahí otro hasta Bargastro, el tercero para Ainsa y de ahí un cuarto hasta Bielsa, donde después de comer cogemos un taxi que por nada menos que 24 euracos (más que la suma de los otros cuatro transportes anteriores juntos) nos acercará los 11 km hasta el citado refugio.
Paseamos, nos duchamos, cargamos el movil, cenamos en compañía de otro maño y unos catalanes y nos acostamos pronto como en todos los refugios.
De madrugada comenzamos a andar dirección los llanos de La Larri, por carretera puesto que hay mucha corriente de agua como para cruzar el río Cinca.
Comenzamos a subir desde La Virgen de Pineta, al lado del puente y cerca del parador nacional.
Un estrecho y empinado sendero nos lleva hasta los llanos y refugio de La Larri.
Comenzamos la primera etapa con mal pié. Ramón se fía de mi, y yo por inercia y sin mapa cruzo los llanos hasta la cascada, dando por hecho que ese es el camino a seguir, pues he estado bastantes veces por allí.
Hablamos con un catalán y veo mi error. Pero por no deshacer el camino de los llanos y conocedor de un paso que lleva al parquing de Petramula igualmente que la gr-11 decidimos hacer la ruta por allí.
Por fuerte pendiente se llega hasta el barranco de la Fuensanta. Cada vez con más nieve al primer lago de La Munia, que bordeamos dejándolo a la izda para llegar al evidente paso de Las Puertas.
Por la senda todo de bajada llegaremos al parquing de Petramula, que es donde deberíamos haber llegado igualmente pero desde el collado de las Coronetas.
Siete km bajando pista hasta Chisagues y un par más aproximadamente de senda hasta Parzán, donde tenemos reservada una habitación en una casa de turismo rural.
Varias opciones para cenar en la misma carretera.